La primera grabación de este tema musical tuvo lugar en 1928. En 1931 se rescribe una versión para ser cantada por Virginia Vera. + Letra de Manuel “Nolo” López (1928) + Música de Juan D’Arienzo (1928)
:Chirusa, la pebeta del conventillo :parlaba muy debute con un donjuán :que con palabras finas y con su brillo :le prometió quererla con mucho afán. :Confiada en sus promesas, una mañana :ató todas sus pilchas y se fugó; :cegada por el lujo, se hundió en la caravana :y el sucio conventillo le gritó:
:”No dejes a tus viejos, ¡cuidado, che, Chirusa!, :el lujo es el demonio que causa perdición, :y cuando estés muy sola y seas trapo viejo, :has de llorar entonces aquella ilusión.
:Cansada de placeres y mala vida, :enferma y solitaria se encontró, :pensó en sus pobres viejos que dejó un día :por locas fantasías de cocó. :Y cuando los recuerdos le dan tristeza, :rememorando todo lo que perdió :el alma del convento, hasta su pieza, :como una voz lejana le recordó:
:”No dejes a tus viejos, ¡cuidado, che, Chirusa!, :el lujo es el demonio que causa perdición, :y cuando estés muy sola y seas trapo viejo, :has de llorar entonces aquella ilusión.